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Un ente como hay muchos

Comedia en dos actos

Emilio Alcaraz

 

 

[4]

PERSONAJES ACTORES

 

AURORA. SEÑORITA AYTA.

ELEONORA. SRA. MARTÍNEZ.

CONSTANZA. SRA. GÓMEZ.

AGUILAR. SR. MARTÍNEZ (D. L.).

MONTERO. SR. PARDIÑAS.

VIZCONDE DE OCTAVIO. SR. BEAS.

JOSÉ, criado. SR. AZNAR.

[5]

Acto Primero

 

 

Sala elegante en casa de la Marquesa. Puertas laterales en segundo término y otra en el fondo que comunica con el exterior de la casa. En una de las mesas un reloj. Otra mesa a la izquierda del actor; en el fondo, una ventana con vista al jardín. En la mesa de la izquierda una escribanía que se suprimirá en el segundo acto.

 

 

Escena I

 

ELEONORA aparece sentada concluyendo de leer una carta.- CONSTANZA de pie junto a ella.

 

CONSTANZA Señora... resignación

ELEONORA ¡Ah! no puede el alma mía;

tú no sabes la agonía

que destroza el corazón.

Tú no sabes el poder 5

que ejerce por nuestro daño,

un inesperado engaño

en nuestro amor de mujer.

CONSTANZA Verdad es que nunca amé;

mas en el libro del tiempo 10

vi ese Océano turbulento

en que nunca me lancé.

Vos sois discreta, sois viuda;

conocéis bien el amor,

mas de mi edad a favor 15

tengo yo en él menos duda.

Y puesto que algo aprendí

y que padecéis ahora...

ELEONORA Di.

CONSTANZA Permitidme señora, [6]

que os cuente lo que en él vi. 20

Vi que la mujer amó

mientras que amor le juraron

pero que si la olvidaron

a su vez ella olvidó.

Que sin juzgarlo de amaño, 25

porque el hacerlo es derecho,

en un encanto deshecho

pagó engaño con engaño.

Y aun vi en esa malandanza

en engaño tan cruel 30

aminorarse la hiel

con la miel de la venganza.

ELEONORA Qué estás diciendo, eso no;

podré llorar mi amargura,

mas nunca a mi desventura 35

la venganza opondré yo.

Si con su farsa engañosa.

burló de mi amor la fe,

Constanza, yo probaré

que es mi alma muy generosa. 40

CONSTANZA Muy bien; de tanta hidalguía

de corazón yo me alegro;

mas señora... no celebro

que sufráis esa agonía

sin dar alguna expansión 45

al corazón lacerado,

hecho para ser amado

por un noble corazón.

(Con intento.)

Cuando os acordéis de él

allá en vuestro afán prolijo 50

¡oh! lo olvidaréis de fijo.

ELEONORA ¿Cómo?...

CONSTANZA (Señalando la carta que tiene en la mano.)

Con ese papel.

ELEONORA Tienes razón; lo leeré

pues que la fuerza me obliga,

y yo te aseguro, amiga, 55

que su nombre olvidaré.

Opongamos fuerza a fuerza

ya que la suerte se ensaña.

CONSTANZA Señora... paciencia y maña. [7]

que vuestro orgullo no tuerza. 60

ELEONORA Bien, amiga; mas en tanto

que yo entre mil dudas giro...

CONSTANZA Comprendo, ya me retiro,

mas enjugad vuestro llanto.

Y tened, os ruego, en poco 65

cuanto hoy os ha acontecido,

sin echar nunca en olvido,

señora, que el mundo es loco.

ELEONORA (Sola.)

Loco, sí, tiene razón;

es loco y tan inhumano 70

que siempre carga su mano

con doblez y con traición.

Vizconde... en tu falsedad

quisiste con villanía

lacerar el alma mía 75

que te dio su voluntad

sin tener antes en cuenta

que al serte yo indiferente,

amenazaba tu frente

una terrible tormenta. 80

 

(Alzando la carta.)

 

¡Oh! dijo muy bien Constanza;

en este engaño cruel,

yo aminoraré la hiel

con la miel de la venganza.

Y si logro que rendido... 85

 

 

Escena II

 

ELEONORA.- VIZCONDE, apareciendo en la puerta del fondo.

 

VIZCONDE DE OCTAVIO Si permitís, Eleonora...

ELEONORA (¡Oh suerte!) Pasad...

VIZCONDE DE OCTAVIO (Bajando a la escena.) Señora...

ELEONORA Vizconde, muy bien venido.

Sentaos y hablemos.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Sentándose.) Oh, sí, [8]

porque en verdad vengo ansioso 90

de oír vuestro acento armonioso

en mi amante frenesí.

¡Cuánto anhelé, hora por hora

volver de nuevo a Madrid!

ELEONORA Y francamente, decid; 95

(Con intención.)

era por verme?

VIZCONDE DE OCTAVIO (Con sorpresa.)

Eleonora.

¿Dudáis tal vez de mi fe,

de mi loco desvarío?

ELEONORA (Con dulzura.)

Nunca creí, amigo mío...

VIZCONDE DE OCTAVIO Eso, Eleonora...

ELEONORA No sé. 100

Será tal vez un capricho.

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿Capricho decís?

ELEONORA Cabal.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Con afectación.)

¡Oh! me despreciáis...

ELEONORA (Idem.)

No tal.

VIZCONDE DE OCTAVIO Dejáis mi amor...

ELEONORA Lo habéis dicho.

VIZCONDE DE OCTAVIO Como... así... tan de repente... 105

cuando yo vengo anhelante,

amoroso, delirante

a daros mi...

ELEONORA (¡Qué inocente!)

VIZCONDE DE OCTAVIO Eleonora, me aturdís:

qué es lo que aquí está pasando? 110

ELEONORA Vizconde... que estáis hablando

sin saber lo que decís.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Sofocado.)

Dudáis de mí, cara amiga,

y me llega al corazón.

ELEONORA ¿Queréis una explicación? 115

VIZCONDE DE OCTAVIO Ya veis que el caso me obliga...

ELEONORA Pues bien; os la voy a dar,

aunque a la verdad, vizconde,

supongo no se os esconde

lo que voy a relatar. [9] 120

VIZCONDE DE OCTAVIO No comprendo, Marquesita...

ELEONORA ¡Ja! ¡ja! qué gracia me hacéis:

¿con que no me comprendéis.?

VIZCONDE DE OCTAVIO (Con risa forzada.)

Je... no... (Vaya una risita.)

ELEONORA (Formalizándose.)

Pues escuchad, y no es cuento: 125

os ruego, Montemayor,

me concedáis el favor

de estar un instante atento.

Cuando de clase a una dama

se la ama 130

y se la jura cariño...

sin aliño,

sin farsa ni adulación,

(Con frialdad.)

es fácil que tome parte

de la dama el corazón, 135

(Algo exaltada.)

y con ciega idolatría

puede un día

arder en amor su alma,

(Más exaltada.)

y sin calma

perdida ya la razón... 140

puede correr gran peligro

de la dama el corazón.

(Con frialdad.)

Y yo sé de alguna el nombre...

no os asombre,

que al hallarse en este caso 145

pues... acaso

se encontró que en su aflicción,

(Con orgullo.)

sin piedad, sin hidalguía

burlaron su corazón.

VIZCONDE DE OCTAVIO ¡La han burlado!

ELEONORA Sí por cierto; 150

(Con intento.)

y os advierto

que es dama tan orgullosa,

tan celosa

de su nombre y su opinión, [10]

que un desaire es una herida 155

abierta en el corazón.

(Con ligereza.)

Ella olvida en su bravura

su ternura;

recurre al mirar su daño

al engaño, 160

y busca sin dilación

un néctar que dulcifique

la hiel de su corazón.

VIZCONDE DE OCTAVIO Marquesa, ¿os formalizáis?

ELEONORA (Riendo.)

Lo dudáis. 165

VIZCONDE DE OCTAVIO Decidme, ¿cómo se llama?

ELEONORA (Con abandono.)

¿Quién? ¿la dama?

VIZCONDE DE OCTAVIO Pues, esa dama en cuestión.

ELEONORA (Con sarcasmo.)

¿Vos lo preguntáis, vizconde?

¿Nada os dice el corazón? 170

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Cielos!... será...) os aseguro

(Con afectación.)

que nada me dice...

ELEONORA (En el mismo tono con sátira.)

¿Nada?

¡Me dejáis a fe pasmada!

Todo lo ignoráis...

VIZCONDE DE OCTAVIO Lo juro.

ELEONORA Pues bien; basta ya de juego: 175

escuchad, ya que es preciso,

el cargo será conciso;

vos me contestaréis luego.

Hubo un tiempo en que os amé,

porque pensé que el amor 180

(Con ardimiento.)

era en vos, Montemayor,

lo que en la vida la fe.

Creí que un corazón ardiente

y sensible en vos hallaba;

(Con sentimiento.)

os amé... porque os miraba 185

cual flor, que se abre al ambiente.

¡Oh! no creí que guardaría [11]

vuestro corazón, Enrique,

contra mi amor, ese dique

de cortesana falsía. 190

(Con ligereza.)

Mas hoy, el mundo ideal

que forjó mi pecho ardiente,

desciende cual un torrente

de su bello pedestal.

Todo el amor, todo el fuego, 195

que entre los dos ha existido

hoy ha desaparecido;

ha sido, vizconde, un juego.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Con sorpresa.)

¡Marquesa, me despedís!...

¡Ah! ¡me destrozáis el alma! 200

ELEONORA Vizconde... tened más calma,

y pesad lo que decís.

(Con intento.)

Si os escuchasen...

VIZCONDE DE OCTAVIO (Desentendiéndose.)

Ahora

que os amaba como un loco...

ELEONORA (Riendo.)

Vizconde, dentro de poco 205

le diréis lo mismo a Aurora.

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Aurora! ¡Paf! ¡me plantó!)

(Afectando indiferencia.)

ELEONORA No conozco...

VIZCONDE DE OCTAVIO ¡Sí por cierto!

(Aturdido.)

(¡Jesús! ¡me ha dejado yerto!

¿Por dónde lo descubrió?) 210

ELEONORA (Con fingido interés.)

¿Qué tenéis, amigo mío?

¿qué sentís?

VIZCONDE DE OCTAVIO (En el tono de antes.)

¡Ay, Eleonora!

Siento que el corazón llora

vuestra impiedad.

ELEONORA (Riendo.)

Desvarío,

VIZCONDE DE OCTAVIO (En el tono de antes.)

Mas ya desaparecerá [12] 215

de vos... (no sé lo que digo)

esa enemistad...

ELEONORA Conmigo

este lance vivirá.

¡Oh! pienso que esta memoria

es libro que no se cierra. 220

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Ay! ¡por qué no te abres, tierra!)

ELEONORA (Con lástima.)

Adquirís, Vizconde, gloria.

VIZCONDE DE OCTAVIO Me habéis dejado aturdido,

os lo digo francamente.

ELEONORA (Levantándose.)

Sois un cómico excelente. 225

VIZCONDE DE OCTAVIO (Vamos, me deja corrido.)

ELEONORA Vizconde...

VIZCONDE DE OCTAVIO (Levantándose.)

(El cielo me inspira.)

ELEONORA (Bien el tiro le ha asestado.)

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Uf! me deja abochornado.)

ELEONORA Permitid que me retire. 230

 

(Se va.)

 

VIZCONDE DE OCTAVIO ¡Ay! estoy sudando a mares;

¡qué borrasca, qué tormenta!

¡qué de andanadas sin cuenta,

qué chubascos a millares!

¡Y te has lucido, maldito! 235

en el lance te has portado!

Tras de haberte mareado,

has hecho un papel bonito.

Y vamos, ¿qué es lo que dices?

estás, Vizconde, alelado; 240

en la cuestión te has quedado

con tres palillos de narices.

pero, ¡señor! Cómo sabe

esta mujer mi extravío,

si sólo Aurora... qué lío! 245

vamos, duda no me cabe

de que anduvo en este enredo.

la mano de un duende, justo.

¡Ay qué lance! ¡vaya un susto!

y busque usted el desenredo. 250

A cualquiera se la doy;

desenrede usted el ovillo: [13]

pienso que soy un chiquillo,

y, no señor, no lo soy,

que nunca me han dado alcance. 255

cuando en un lance me he visto;

siempre anduve listo, listo...

menos en este percance.

Pero a gran mal, gran remedio;

el lance no te se esconde... 260

fuerza de ánimo, Vizconde,

tú encontrarás un buen medio.

Una mujer te abandona:

te abandona... buena es ésa:

 

(Al recitar estos versos, aparece ELEONORA en el dintel de la puerta, pero se detiene al oír al VIZCONDE.)

 

si te deja la Marquesa, 265

otra hermosura te abona;

Con que pecho al agua, sí;

¿mas... desistirás ahora

del cariño de Eleonora?

no, yo no dejo esto así. 270

Pues que te ha dado fiasco

bueno será que a tu vez

deponiendo la altivez,

devuelvas chasco por chasco.

¡Esto es hecho! me decido, 275

y a esa soberbia hermosura

le devuelvo con usura

el engaño merecido.

 

(Tomando el sombrero.)

 

Marquesa... ya conocemos

yo tu amor, tú mi falsía, 280

mañana será otro día,

y Eleonora... nos veremos.

 

 

Escena III

 

ELEONORA.- CONSTANZA.

 

ELEONORA ¡Oh! ¡qué vana presunción!

CONSTANZA Pensar que es cosa de juego...

ahogad ya, señora, el fuego [14] 285

que arde en vuestro corazón,

y haced ver a ese señor,

que no es fácil que una dama

ame si no se la ama,

o dé al engaño su amor. 290

ELEONORA (Con despecho.)

Constanza, estoy decidida.

CONSTANZA Yo, señora, no os arguyo...

pero...

ELEONORA No, antes es mi orgullo;

yo ganaré la partida:

y haré ver que mi cariño 295

y la ilusión que forjé,

cuando se burla mi fe

no es un juguete de niño.

CONSTANZA Muy bien dicho, así me gusta:

orgullo, orgullo, señora, 300

eso que decís ahora

es lo que al caso se ajusta.

Y será curiosidad...

(yo no sé lo que barrunto)

si ahora, señora, os pregunto 305

¿quién es esa otra beldad?

ELEONORA (Sacando la carta.)

No, Constanza, para ti

nunca secretos guardé.

CONSTANZA Esa carta...

La leeré

y así te enterarás.

CONSTANZA Sí. 310

ELEONORA (Lee.)

«Amiga mía: hace pocas horas que regresamos de Inglaterra: aún no piso el suelo de mi país, donde tanto ansiaba volver, y ya la fatalidad me sale al encuentro. En mi viaje he conocido un hombre que me ha jurado amor, y me ha ofrecido pedirme a mi padre. Ese hombre, el Vizconde Octavio, a quien detesto, está en Madrid. Sólo tú puedes aconsejarme y quiero a toda costa verte. Escribe a mi padre para que me deje pasar el día contigo.- Tuya, Aurora.

CONSTANZA Muy bien, señora, muy bien:

una lección debéis darle. [15]

ELEONORA Ya trataré de enseñarle,

que sé burlarme también.

 

(Toca una campanilla y se presenta un criado.)

 

Hoy para todos José, 315

estoy visible.

Y ahora

Constanza...

CONSTANZA Mandad, señora.

¿Vais al tocador?

ELEONORA Sí, a fe.

 

 

Escena IV

 

AGUILAR.- CRIADO.- Saliendo con un plumero, y empezando a arreglar algunos sillones.

 

CRIADO Todo en desorden está, 320

y según echo mi cuenta

como el día se presenta,

trabajo no faltará

con que fuerza es arreglar

un poco este revoltijo; 325

si no lo hago va de fijo,

la señora a regañar;

y lo sintiera a fe mía:

es tan dulce y bondadosa,

que cuando se enfada, es cosa, 330

vamos, que me mataría.

 

(Sigue distraído limpiando y colocando las sillas en su sitio.)

 

AGUILAR (Apareciendo en la puerta del fondo y mirando a todas partes.)

Bien haya mi valentía,

que así los escollos pasa:

ésta dicen que es su casa,

y he de saberlo a fe mía. 335

Encájome en el zaguán,

llamo, nadie me contesta,

y sin pregunta y respuesta

entro con franco ademán.

¡Hola! un criado; pues entablo [16] 340

 

(Bajando a la escena.)

 

conversación: al avío,

veremos si este judío

 

(Dándole una palmada en el hombro.)

 

me da alguna luz. ¡Hé, diablo!

CRIADO (Asustado y santiguándose.)

¡Uf! ¿quién me pone ese apodo?

¿a quién buscáis, señor mío? 345

 

(Viéndole.)

 

(¡Pues no gasta mucho brío!)

AGUILAR A ti te busco.

CRIADO (¡Qué modo!)

AGUILAR (Vayamos muy ten con ten.)

(Bruscamente.)

Dime, ¿te gusta el dinero?

Contéstame.

CRIADO (Asustado y haciéndose a la espalda.)

Caballero... 350

AGUILAR He, déjate de belén.

Yo me entiendo y bailo solo;

dime, sí o no, ligerito.

CRIADO Pero... pero... señorito...

AGUILAR ¡Válgame Dios, y qué bolo! 355

No estoy para dilaciones

si tu trabajo es prolijo.

Con que mientras que yo exijo,

 

(Dándole un bolsillo.)

 

embólsate esos doblones.

CRIADO (Tomándole.)

(¡Jesús! ¡Jesús qué rareza!... 360

Y vamos; ¿qué se os ofrece?

según veo, me parece...

AGUILAR (De mal humor.)

¡Quién habla aquí!...

CRIADO (Asustado.)

Qué viveza

de señor.

Contéstame.

¿Tú sirves a la marquesa 365

de Buena-vista?

CRIADO Sí, a ésa.

AGUILAR ¿Cómo te llamas?

CRIADO José. [17]

(Animas del purgatorio,

según se empieza a explicar

pienso que esto va a acabar 370

en un interrogatorio.)

AGUILAR ¿Sabes si tiene, José

un amante la marquesa?

CRIADO ¡Un amante... buena es ésa!...

yo, señor... yo... no lo sé. 375

AGUILAR O te rompo una costilla

o hablas con más diligencia.

CRIADO (Gracias por esa advertencia;

pues es una maravilla:

hable usted sin dilaciones, 380

sin reparo, sin temor,

que le pido este favor

moliéndole a pescozones.)

AGUILAR A saber; ¡qué estás pensando!

bolonio, de...

CRIADO ¡Válgame! 385

AGUILAR De Lucifer.

CRIADO (Santiguándose.)

¡San José!...

AGUILAR ¡Pepito!... ¿Te estás burlando?

CRIADO Que me he de burlar, señor;

si es que me falta el aliento.

AGUILAR José... no seas jumento; 390

no hagas caso de mi humor.

Verdad es que es algo fuerte,

mas pasa con ligereza:

con que fuera de pereza.

CRIADO Señor... 395

AGUILAR ¡Querrás convencerte!...

¡Ay! sí señor, me convenzo:

(de salir no hallo otro trance.)

AGUILAR Pues al lance.

CRIADO Voy al lance.

AGUILAR Empieza ya.

CRIADO Ya comienzo. 400

En efecto, yo me creo...

pero señor...

AGUILAR ¡Bá!... confiesa.

CRIADO Pues, sí señor, la marquesa

tiene cierto devaneo... [18]

AGUILAR ¿Acabarás, avechucho? 405

tal vez esté enamorada.

CRIADO Pienso que de eso no hay nada,

no debe de quererle mucho.

AGUILAR Pues...

CRIADO Os lo diré al contado,

y será así de rondón; 410

ese galán en cuestión

es un niño almivarado;

y una señora de prendas

cual en sí la mía reúne,

no creo yo que así se une 415

pues...

AGUILAR Celebro que me entiendas.

¿Cómo se llama el dandy

de que tratamos? Responde.

CRIADO Señor, se llama el vizconde

de Octavio.

AGUILAR ¿De Octavio?

CRIADO Sí. 420

AGUILAR (Sentándose.)

Bien, ya nada necesito;

mas te encargo discreción.

En la presente ocasión

(Hace seña de que salga.)

es el mejor requisito.

CRIADO (Marchándose.)

Si digo que no lo entiendo: 425

¡por tan mezquinas razones

así derrama doblones!

no lo creo y lo estoy viendo.

Y niéguele usted... pues ya;

el dar dinero es su fuerte. 430

¿Quién resiste de esa suerte?

lo menos es un Pachá.

(Riendo y sonando el dinero.)

De qué modo, con qué ahínco...

¡No es extraño que me asombre!

¿Pero quién será este hombre?... 435

(Contando las monedas.)

una, dos, tres, cuatro, cinco...)

 

(Vase.)

 

AGUILAR Echemos bien nuestra cuenta,

porque Luis, a la verdad, [19]

no hay una necesidad

de mover una tormenta. 440

¿Estás, Luis, enamorado?

Lo estás, sí, perdidamente;

¿le serás indiferente?

Esto es lo que no he pensado.

(Levantándose.)

Tengo un rival, bien auguro; 445

y es Vizconde... tontería:

nobleza contra poesía,

vence el verso, de seguro.

 

 

Escena V

 

AGUILAR.- MONTERO.

 

MONTERO (Desde el fondo figurando hablar con un criado.)

Está bien; espero aquí,

hasta verla.

(Entrando y fijándose en AGUILAR.)

Caballero 450

¡Pero qué veo!

AGUILAR (Abrazándole con efusión.)

¡Montero!

¿Otra vez de vuelta?

MONTERO Sí.

Me cansé ya de viajar,

y vengo...

AGUILAR ¿Tras una pista?

Yo estoy también de conquista. 455

MONTERO Yo no vengo a conquistar.

AGUILAR Siempre con tu eterna calma.

MONTERO Siempre con mi desengaño;

ya es tiempo que tras el daño

procure endulzar el alma. 460

AGUILAR Me estáis dejando asombrado:

Eduardo ¿qué te sucede?

te encuentro mudado.

MONTERO ¡Puede!

Es que estoy desengañado.

AGUILAR ¿Y de qué, vamos a ver, 465

tienes la ilusión perdida? [20]

MONTERO Son arcanos de la vida;

no lo pretendas saber.

Hablemos de tus amores,

de tu gusto favorito. 470

¿Te enamoraste?

AGUILAR Maldito.

MONTERO Haces bien: no te enamores,

que el hombre que vive amando

y en el cariño creyendo,

va su existencia royendo 475

y su dicha emponzoñando.

De ese goce la ilusión

es, Luis, una flor divina,

¡mas ay! reserva una espina

que mata sin compasión. 480

En el placer arrullado,

al ir a buscar ventura,

en dolor, en amargura

se halla el hombre encadenado.

AGUILAR Dices bien; siempre el amor 485

se me pasó por montera:

a esa imagen embustera

nunca he prestado calor.

Pero ahora, francamente,

la mujer a quien yo quiero 490

te lo aseguro, Montero,

no me es tan indiferente.

MONTERO ¿Y quién es?

AGUILAR Eres discreto,

y te lo voy a decir:

a más, me puedes servir 495

de mucho en este secreto,

Ha tres días, descuidado,

en reflexión embebido,

solitario, distraído,

andaba yo por el Prado. 500

De pronto, el roce ligero

me despierta de una falda,

y veo junto a mi espalda

el rostro más hechicero,

de más gracia y más poesía 505

que en mis amantes ensueños,

en mis instantes risueños [21]

forjaba mi fantasía.

Sígola con ansiedad,

con amante frenesí... 510

MONTERO ¿Y por fin lograste?...

AGUILAR Sí,

saciar mi curiosidad.

MONTERO ¿Qué es lo que yo puedo hacer

en tu naciente quimera?

AGUILAR Hacer que yo entre en la esfera 515

en que habita esa mujer.

Su riqueza y su blasón

hacen que un daño presuma.

MONTERO (Con dignidad.)

¿No es un tesoro tu pluma,

y un mundo tu corazón? 520

AGUILAR ¿Piensas tú?...

Que eres un niño

si de eso sólo te quejas.

AGUILAR Es decir que me aconsejas...

MONTERO Pues; que la hables sin aliño.

Pero piensa que es certeza 525

que no sirve una pasión

si no vas al corazón,

y hablas sólo a la cabeza.

Ha de ser con gran ardimiento,

con un lenguaje profundo 530

que no lo comprenda el mundo,

sino sólo el pensamiento.

AGUILAR (Con arrebato.)

¡Oh! sí, sí; es preciso hablar:

necesito convencer.

MONTERO Hablar a la mujer... 535

Teme el engaño, Aguilar.

AGUILAR Me asustas, Montero, a fe,

y contenerme no puedo;

ansío amar, y me da miedo

el escucharte.

MONTERO ¿Por qué? 540

AGUILAR Porque tiene un no sé qué

tu lenguaje incomprensible,

que el amor me hace temible.

MONTERO Pues no comprendo por qué.

Tú, calavera sin tino, [22] 545

que el amor miras cual juego,

sin que te encienda su fuego,

¿vas a hacer tal desatino?

Tú, que en óptica ilusoria

el cariño has contemplado 550

sin que te haya entusiasmado

ni su goce, ni su gloria...

ahora vas en tu locura

a lanzarte... ¡qué extravío!

¿en ese espacio bravío 555

del candor, de la ternura?

Tú, que con tanta osadía

te enamoras... por capricho,

como tú mismo me has dicho,

veinte veces cada día, 560

vas de veras?...

AGUILAR Es preciso;

fuerza es confesarlo.

MONTERO Bien.

AGUILAR Y que me ayudes...

MONTERO También.

AGUILAR Y que me case.

MONTERO Es bien liso.

Pero a quién es a quien ama, 565

tu corazón?

AGUILAR A eso voy,

¿Estás decidido?

MONTERO Estoy.

A saber cómo se llama.

AGUILAR (Dudando.)

Bien poco que saber tiene.

MONTERO Pues dilo.

AGUILAR El rico tesoro, 570

la mujer a quien adoro...

MONTERO ¿Cómo se llama?

AGUILAR (Viendo aparecer a ELEONORA en la puerta de la derecha.)

Allí viene. [23]

 

 

Escena VI

 

AGUILAR.- MONTERO.- ELEONORA.

 

MONTERO (¡La Marquesa! ¡Qué le digo!)

ELEONORA Muy bien venido, Montero.

MONTERO Bésoos los pies,

ELEONORA (A AGUILAR.)

Caballero 575

MONTERO Dispensad, es un amigo

a quien tengo hoy el honor

de presentaros.

ELEONORA Sabéis,

Montero, que cuanto hacéis

me proporciona un favor: 580

que podéis obrar sin tasa,

y mil veces os lo he dicho,

a vuestro libre capricho,

pues estáis en vuestra casa.

MONTERO Gracias, por vuestra bondad. 585

ELEONORA Es de una amiga el deber.

AGUILAR (Es divina esta mujer.)

MONTERO Sois modelo de bondad.

ELEONORA Mas, señores, si gustáis,

podéis sentaros. 590

AGUILAR (Ofrece una silla a ELEONORA; cada cual toma una.)

MONTERO Sois muy amable, Eleonora.

ELEONORA Galante, Montero, estáis.

MONTERO Creo que siempre...

ELEONORA Por entero.

Pero nunca presumí,

o a lo menos no advertí 595

el que fueseis lisonjero.

MONTERO Me hacéis, amiga, un agravio.

AGUILAR En verdad, también lo creo

pues que por fortuna veo

que no ha mentido su labio. 600

Y sin que sean ilusiones, [24]

porque yo no sé fingir,

pienso que debió decir

modelo de perfecciones.

ELEONORA Gracias, señor de...

AGUILAR Aguilar. 605

ELEONORA Creo que conozco ese nombre.

MONTERO Lo que es eso, no os asombre,

pues sabe hacerse nombrar.

Es de fuego su cabeza,

y a mí decirlo me toca: 610

su nombre de boca en boca

vuela con rauda presteza.

ELEONORA Ahora recuerdo...

AGUILAR Señores...

os lo ruego, por piedad...

no hay una necesidad 615

de hacerme tantos favores.

ELEONORA No es cuando hay justicia en vano.

AGUILAR Bien podrá ser un efecto

de mi genio, si es defecto,

de ser, señora, algo llano. 620

ELEONORA ¿Sois tal vez, y perdonadme,

el que con gloria completa

es el rey como poeta

del teatro?

AGUILAR ¡Oh! ¡no elogiadme!

Si ese nombre yo adquirí 625

con mi trabajo a porfía,

no ha sido la culpa mía,

pues nunca lo pretendí.

Y aun he llegado a pensar

si me adulaban...

ELEONORA Injusto, 630

pues no se adula ante el gusto

de un pueblo entero, Aguilar.

¡Oh! miro como adorable

de los poetas la suerte.

AGUILAR Pero es también dura muerte 635

ELEONORA No comprendo...

AGUILAR Es innegable.

¡Cuando se concentra el ser,

cuando la dicha se alcanza,

llenos de dulce esperanza

de manos de una mujer! [25] 640

cuando se es correspondido

por el ser que el alma adora,

y se pasa hora tras hora

en su cariño embebido;

cuando nuestro pecho tiende 645

a rendir su vasallaje

y habla de amor el lenguaje

con un ser que lo comprende

entonces nuestro desvelo

nos proporciona una vida, 650

un paraíso que convida

en un ignorado cielo;

y el corazón afanoso

en el placer extasiado,

se adormece enamorado 655

en un edén delicioso:

y ardiente en sus amores

nuestro espíritu gozando,

feliz se va deslizando

por una senda de flores, 660

y con su ilusión divina

en aquel vergel se arroja,

y al coger hoja tras hoja,

jamás encuentra una espina.

Y tras el bello oropel, 665

tras la dicha que allí impera,

se le ofrece en su quimera

dicha, ternura, laurel:

y en su delirio gozando,

cuanto en torno encuentra adora. 670

Esta es la vida, señora,

del poeta que vive amando.

Mas cuando el triste agonía,

anhelando de la suerte

como un obsequio la muerte, 675

se sufre uno y otro día;

cuando rebosando amor,

con el alma, con la vida,

vemos la ilusión perdida

en un caos de dolor; 680

cuando se pierde la fe,

el sentimiento, la calma,

y se le pregunta al alma [26]

y nos contesta -«no sé:»

cuando sólo un torbellino 685

de padecer y tortura,

en vez de goce y ventura.

nos lega nuestro destino,

¡ay! entonces nuestra vida

nos proporciona un infierno, 690

en vez del placer eterno

que al hombre feliz convida.

Se vive desesperado,

y el alma la hiel devora:

esta es la vida, señora, 695

del poeta que no es amado.

ELEONORA Muy bien, historia completa;

mas... del amor puede huir.

MONTERO ¿Sabéis si podría vivir

sin adorar un poeta? 700

ELEONORA Pues vos mismo me habéis dicho

mil veces, bien lo sabéis,

que el amor no conocéis

ni aun en un leve capricho.

¿Qué es lo que debo creer? 705

MONTERO Creed, Eleonora, que miente

quien dice que amor no siente.

ELEONORA Pues...

MONTERO Me dejaré entender.

No es preciso que el amor

nos arrebate el sentido 710

para sentir el fluido

de ese fuego abrasador.

Nosotros, y es la verdad,

damos nuestro corazón

al amor de una ilusión 715

cual al de una realidad.

Y yo que nunca creí

en cariño...

ELEONORA De mujer:

dejadlo al fin comprender.

MONTERO Entre ilusiones viví. 720

ELEONORA ¿Vivís, señor de Aguilar,

vos también ilusionado?

AGUILAR No: yo vivo enamorado,

mas amo sin esperar. [27]

ELEONORA ¿Conque amáis?

AGUILAR Por mi martirio, 725

a una celestial mujer.

ELEONORA ¿Ella os hace padecer?

AGUILAR Ella ignora mi delirio.

ELEONORA Dispensadme... mas extraño

que en vuestro loco adorar 730

no procuréis el buscar

un remedio a vuestro daño.

Si es sensible...

AGUILAR Con extremo.

ELEONORA Pues entonces bien pudiera...

AGUILAR ¡Ay, señora! en mi quimera 735

un desengaño me temo.

ELEONORA Dudo que así consigáis

lo que vuestro amor pretende,

si ella el cariño no entiende,

o si vos desconfiáis: 740

con arrojo y decisión...

AGUILAR Vos juzgáis...

ELEONORA No os asombre:

¿qué no conseguirá el hombre

cuando toca al corazón?

AGUILAR (Con efusión.)

Gracias, señora; me dais 745

un consuelo peregrino:

un néctar dulce, divino

en mi pecho derramáis.

(Se levantan.)

Tal instante quedará

aquí en el alma grabado. 750

ELEONORA También la mía con agrado

creed que lo recordará.

Contad, señor de Aguilar,

con mi amistad.

AGUILAR (¡Oh alegría!)

Tendré a honor en este día 755

vuestro trato el cultivar.

ELEONORA Vos sabéis que en amistad

la vuestra a muchas prefiero.

MONTERO ¡Tanto favor!...

ELEONORA No, Montero.

MONTERO ¡Oh, señora! [28]

ELEONORA Es la verdad. 760

AGUILAR (Tomando el sombrero.)

Si nos permitís ahora...

ELEONORA ¿Os retiráis?

MONTERO (Tomando también el sombrero.)

Con disgusto.

ELEONORA No molestáis.

MONTERO (Saludando.)

Pero es justo....

AGUILAR (Idem.)

A los pies de usted, señora.

 

(Vanse los dos por el foro.)

 

 

Escena VII

 

ELEONORA ¡Cuán hermoso es el cariño 765

en el alma de un poeta!

¡Oh! ¡qué dicha tan completa

guarda esa ilusión de niño!

¡Aguilar!... ¡Es tan amante!

¡tan fino y apasionado! 770

¡Cuánto fuego entusiasmado

hay en su alma delirante!

¡Poeta... ilusiones... amor!

¡Cuánta dicha y hermosura!

¡Cuánto placer y ternura 775

vaga en vuestro derredor!

¡Aguilar!... mas devaneo;

él ama de corazón,

y no podré en mi ilusión.

conseguir lo que deseo. 780

Ello es cierto que a mi alma

ha causado un sentimiento...

yo no sé, no sé qué siento...

pero... se ahuyenta mi calma.

¡Es amor!... ¡Es simpatía 785

lo que he llegado a sentir!...

¡Ah! no puedo definir [29]

lo que encierra el alma mía.

 

(Se vuelve a sentar y queda pensativa: momento de pausa.)

 

 

Escena VIII

 

ELEONORA.- CONSTANZA saliendo por la derecha.

 

CONSTANZA (Con interés, aproximándose a su señora.)

Señora; ¿sufrís?

ELEONORA Sí, a fe.

CONSTANZA ¿Por qué? 790

ELEONORA Yo no sé lo que presiento...

CONSTANZA Lo siento.

ELEONORA Tengo aquí un intenso ardor...

CONSTANZA Amor.

ELEONORA Que el alma interesa ya 795

CONSTANZA Quizá.

Mas si ello aumentando va,

debéis curarlo con tino;

yo vuestro sentir atino.

ELEONORA ¿Porque siento amor quizá? 800

CONSTANZA Vos, señora, lo habéis dicho.

ELEONORA Capricho.

CONSTANZA ¡Oh!... yo no lo afirmaré.

ELEONORA ¿Qué?

CONSTANZA Que algún tiempo durará. 805

Pasará.

Y pienso no tardará:

pues si al Vizconde he querido,

es el amor que he sentido

capricho que pasará. 810

(Levantándose.)

Mas dejemos este enredo

que me incomoda, Constanza;

quiero jugarle una chanza

al tal Vizconde, ¡pardiez!

Quiero ver si en esta broma 815

harto pesada en conciencia,

con amañosa paciencia

logro humillar su altivez.

CONSTANZA ¿Qué queréis, señora mía,

hacer en tal ocasión? [30] 820

ELEONORA (Aproximándose a la mesa de la derecha.)

Herirle en el corazón.

CONSTANZA ¿Y vos lo pensáis lograr?

ELEONORA (Sentándose y tomando papel.)

ELEONORA Mucho sintiera, por cierto,

que me venciera en la lucha.

CONSTANZA No ignoro que sois muy ducha; 825

pero él...

ELEONORA (Escribe.) Lo voy a probar.

CONSTANZA Tened cuidado, señora,

pues son bromas muy pesadas

las que en amor van mezcladas.

ELEONORA (Después de una pausa, cerrando dos cartas.)

Una... dos: muy bien, así. 830

Ahora, Vizconde, ya estamos

en la lucha frente a frente.

(Escribe.)

CONSTANZA Por Dios, señora.

ELEONORA (Cerrando y poniendo el sobre.)

Corriente.

(Levantándose.)

Ésta, Octavio, para ti.

Constanza, llama a José. 835

Estas cartas al momento...

(Dándoselas.)

CONSTANZA Por Dios, por Dios, id con tiento

en vuestro justo desdén.

Aunque sea cierto, señora,

que una lección debáis darle... 840

ELEONORA Ya trataré de enseñarle

que sé burlarme también.

¡Oh!... si logro que rendido

desmaye su corazón,

que no espere compasión. 845

CONSTANZA No se la debéis tener.

ELEONORA Que aprenda en su villanía,

ya que burló mi esperanza,

que guarda también venganza,

un corazón de mujer. 850

FIN DEL ACTO PRIMERO.

Acto Segundo

 

 

Decoración del anterior.

 

 

Escena I

 

ELEONORA, escribiendo con un lápiz en un libro de memorias, mesa de la izquierda.- Luego CONSTANZA y AURORA.

 

ELEONORA (Escribiendo.)

Ya está la memoria hecha.

Octavio... engañada... así,

será... eterno... para... mí.

Se concluyó: ahora la fecha.

 

(CONSTANZA y AURORA saliendo por el fondo.)

 

CONSTANZA Albricias, señora, albricias; 5

es la señorita Aurora.

ELEONORA (Abrazándola.)

¡Amiga mía!

AURORA (Idem.) ¡Eleonora!

ELEONORA ¡Juntas de nuevo! ¡Oh delicia!

AURORA (Quitándose la capota.)

¿Con que al fin tengo el placer

de darte amiga un abrazo? 10

ELEONORA En nosotras este lazo

une la dicha al deber.

AURORA ¿Siempre amigas?

ELEONORA A porfía.

AURORA ¿De veras?

ELEONORA De corazón. [32]

De amistad la sensación 15

no se olvida, amiga mía.

AURORA ¡Cuánto tenemos que hablar

con tantos días de ausencia!

ELEONORA Ya perdía la paciencia:

¡Cómo me has hecho esperar! 20

AURORA Pero ya estoy a tu lado

y gozaremos, querida,

del placer que nos convida

momento tan deseado.

ELEONORA Vamos, si no te es violento, 25

al jardín...

AURORA Y allí hablaremos.

ELEONORA Así al menos estaremos

descuidadas.

AURORA Al momento.

ELEONORA Con permiso, avisaré.

(Toca la campanilla y sale un criado.)

Si viene alguna visita, 30

que pase al salón invita.

CRIADO Y aviso...

ELEONORA Al jardín, José.

 

 

Escena II

 

MONTERO.- AGUILAR, por la puerta del fondo. LUIS distraído entra y se sienta delante de la mesa donde escribió ELEONORA. Al ver el libro que dejó olvidado, empieza a ojearlo.

 

CRIADO Pasad, señores, pasad:

voy a avisar al instante.

AGUILAR (De mal humor, sentándose.)

No es necesario, bergante. 35

MONTERO No hay de ello necesidad.

¿A dónde está tu señora?

CRIADO Con una amiga, un momento

que estaba en este aposento,

mas bajó al jardín ahora. 40

MONTERO Pues, que disfrute apacible, [33]

ya que grato le parece.

Retírate.

CRIADO Se os ofrece...

MONTERO Gracias.

AGUILAR (Con alborozo levantándose.)

¡Sería posible!

MONTERO Que es ese grito profundo; 45

¿cometiste algún desliz?

AGUILAR (Abrazándole.)

Soy el hombre más feliz

que puede haber en el mundo.

Dame mil enhorabuenas.

MONTERO Te las doy de corazón 50

si conservas la razón.

¿Que te ha sucedido?

AGUILAR ¡Apenas!

¡Sabes que andaba hecho un loco

por poder adivinar

si Eleonora podría amar!... 55

Pues ya lo sé.

MONTERO No es muy poco.

Y dime, si no (1) es capricho,

o si no media secreto;

o yo soy muy indiscreto

o no vi quien te lo ha dicho, 60

¿Será lo último?

AGUILAR De fijo;

MONTERO Chico, ¿algún duende?

AGUILAR Quizá.

MONTERO Pues es difícil...

AGUILAR Será...

MONTERO El saber ese acertijo.

AGUILAR Vamos, hombre, estás soñando 65

o estás por la inversa, en vilo.

(Llevándolo hacia la mesa.)

MONTERO Pues en ese caso, dilo.

AGUILAR ¿No ves lo que estoy mirando?

MONTERO Bien: un libro.

AGUILAR Pues.

MONTERO ¿Y qué? 70

AGUILAR ¿Aún no caes?

MONTERO Te lo juro

AGUILAR ¿Estás loco? [34]

MONTERO Te aseguro...

AGUILAR Bien: aproxímate y lee.

MONTERO (Lee.)

«El sentimiento de mi corazón hacia el hombre que me juraba cariño, sólo ha sido un efímero capricho cual el suyo. Hoy 23 de abril juro odio eterno al Vizconde de Octavio.»

(Dejando el libro.)

Bravo, memoria divina;

a fe de Eduardo me place. 75

AGUILAR (Fuera de sí, paseando por la escena.)

¿A quién delirar no hace

esa mujer peregrina?

Si señor, no hay que cansarse;

de gravedad me revisto;

si su cariño conquisto, 80

no hay remedio, hay que casarse.

MONTERO Aguilar, me desesperas.

AGUILAR Es bella de mil maneras.

MONTERO La mujer es caprichosa,

AGUILAR Pero es linda, deliciosa. 85

MONTERO Te querrá o no te querrá.

AGUILAR Eso luego se verá.

MONTERO ¡Oh! Si en amor no la cazas...

AGUILAR Y bien llevo calabazas.

MONTERO No es fruta muy placentera. 90

AGUILAR Eso es bobada, quimera.

MONTERO De tu paciencia me admiro.

AGUILAR No me he de pegar un tiro.

MONTERO No seas tronera, Aguilar.

AGUILAR Digo que me he de casar. 95

MONTERO Pues si das en la manía...

AGUILAR Bien, me saldré con la mía.

MONTERO ¿Tú sabes lo que es casarse?

Es Aguilar, enterrarse;

luego, si entra la tibieza... 100

AGUILAR La quitará su belleza.

MONTERO Yo te doy este consejo...

AGUILAR Eduardo, aún no eres tan viejo.

MONTERO Pero a to no se te se esconde...

AGUILAR Quiero vencer al Vizconde 105

Eduardo, lo dicho dicho;

le he de decir que es un bicho, [35]

y si me grita el zoquete...

MONTERO ¿Qué harás?

AGUILAR Le doy un moquete.

MONTERO Y lo echas todo a rodar. 110

Repara...

AGUILAR ¡Qué reparar!...

me caso no me detengo.

MONTERO A tu promesa me atengo.

Aunque creo que arrepentido...

AGUILAR Pierde cuidado, querido. 115

MONTERO Si te acusa la conciencia...

AGUILAR Me cargaré de paciencia;

así alcanzo mi perdón

y me dan la absolución.

MONTERO Pienso que es un desvarío. 120

AGUILAR Te engañas amigo mío.

MONTERO Si el casarte es tan urgente,

ya no me opongo, corriente.

Sólo te diré, Aguilar,

que antes lo debes pensar. 125

AGUILAR Ya lo tengo bien corrido.

MONTERO Nada, pues se ha concluido;

si estás decidido, bien.

Requiescant in pace.

Amén.

MONTERO Piénsalo mucho, Aguilar, 130

y no partas de ligero;

para casarte, primero

tu pecho has de consultar.

Sempiterno calavera,

no eres tú para casado, 135

y fueras un paso mal dado

el que lo hicieses.

AGUILAR Espera.

Es cierto que acostumbrado

el amor a no sentir,

Siempre he podido reír 140

del que he visto enamorado.

Soy veleta, no lo niego;

caprichoso, es la verdad;

pero en esta veleidad

siento del amor el fuego. 145

No lo comprendo yo mismo; [36]

poeta, loco, enamorado,

conozco que estoy lanzado

en un insondable abismo.

¡Cómo ha de ser! presto calma, 150

porque no puedo, Montero,

oponerme cual yo quiero

a esta sensación del alma.

Si vieras cuánto luché

cuando este afecto sentí, 155

pero débil me rendí;

y amante me resigné.

Siempre soñé la belleza

y nunca me hizo ilusión:

Montero, mi corazón 160

jamás mandó a mi cabeza.

¡Mas qué quieres! ¡qué he de hacer!

es preciso conformarse;

¿quién podrá no enamorarse

cuando ha visto a esa mujer? 165

MONTERO Es un bien enamorarse

y aun es esencial en ti;

¿pero no es locura, di

el casarse por casarse?

¿A quién esto se le ocurre? 170

Lo primero que has de hacer

es, estudiar la mujer;

cavila, piensa, discurre;

no hay que dudarlo, Aguilar;

es una joya Eleonora, 175

que mil gracias atesora

de un mérito singular.

Mas debes, amigo mío,

penetrar su pensamiento,

y no es cosa de un momento; 180

lo contrario es desvarío.

Te hallarás a lo mejor

en tu juventud florida,

aborreciendo la vida,

sin ventura, sin amor. 190

Y en nuestra senda de gloria

de ilusión y de poesía;

el desencanto de un día

es de dolor una historia. [37]

¿Y qué nos puede quedar 195

si nos roban la ilusión?

Un poeta sin corazón

es una tumba, Aguilar.

Hastiado cambia a la vez,

perdida la fantasía, 200

el laurel de la poesía

en un fúnebre ciprés.

Y marcha errante y sin tino

a través de sus azares,

sembrando do quier pesares 205

solitario en su camino.

Y en esa senda de abrojos

que al alma inflexible hostiga,

no encuentra una mano amiga

que quiera enjugar sus ojos. 210

AGUILAR (Pensativo.)

¿Y qué hacer?

MONTERO Debes decir

ese cariño a Eleonora,

que tu corazón la adora,

que así no puedes vivir.

Que tu vida es mi tormento, 215

que necesitas su amor,

que te devora el dolor

que te conceda...

AGUILAR (Pausa breve.) Un momento.

Es el caso que no puedo...

MONTERO ¡Aguilar!...

AGUILAR Nada, clarito; 220

si la hablo, me pierdo.

MONTERO Chito;

pues escríbela.

AGUILAR Concedo.

¡Cielo santo!

MONTERO Acaba pronto.

AGUILAR He aquí todo un calavera

que ama por la vez primera 225

para convertirse en tonto.

MONTERO ¿Pero qué haces?

AGUILAR No lo sé.

MONTERO ¿Escribes? [38]

AGUILAR ¿Cómo y en dónde?

MONTERO ¡Ay, Aguilar! Si el Vizconde

te viera...

 

(Va a la puerta.)

 

AGUILAR Pero...

MONTERO (Llama.)

José. 230

 

 

Escena III

 

Dichos.- CRIADO apareciendo.

 

CRIADO ¿Habéis llamado, señor?

MONTERO Sí.

AGUILAR (¿Pero qué haces, Montero?)

MONTERO (Complacerte por entero,

aunque no eres acreedor.)

(Al CRIADO.)

¿Dónde se puede escribir 235

una carta?

CRIADO (Señalando a la puerta de la derecha.)

Aquí hay recado,

todo lo tengo arreglado;

os podéis de ello servir.

¿Avisaré a la señora?

MONTERO No, José, no me es preciso 240

gracias.

CRIADO Con vuestro permiso.

MONTERO (Viéndole marchar.)

Retírate, bien.

(A AGUILAR.) Tú ahora.

AGUILAR Con que es preciso.

MONTERO Preciso.

AGUILAR Pecho al agua.

MONTERO ¿Hay quien te prive?

AGUILAR Con que he de escribir...

MONTERO (Llevándole hacia la puerta.)

Escribe, 245

pero pronto, sé conciso.

 

(Vase AGUILAR.) [39]

 

MONTERO Gozad con vuestra ilusión,

que yo sufro con la mía,

devorando la agonía

de mi pobre corazón. 250

¡Ay! tan sólo es el amor

para el pensamiento mío,

leve gota de rocío

que acaricia mustia flor.

¡Mi amor! es sombra perdida, 255

que en turbión arrebatado,

tan sólo aquí me ha dejado

la zozobra de mi vida.

¡Ilusión! ¡qué es para mí

si la esperanza halagüeña 260

que contemplaba risueña

quizá por siempre perdí!...

Luz que brillante lució

en mi pobre pensamiento;

¿por qué furibundo el viento 265

para siempre te apagó?

¿Por qué al quererme mostrar

tu fuego que era mi vida

te he de contemplar perdida

para nunca más tornar? 270

Vuelve por Dios a tu ser,

luz de mi amor misteriosa,

deja que te mire hermosa

en tu forma de mujer.

¡Ah! ¡vuelve por compasión 275

para el alma que te adora!

Torna a mí...

 

 

Escena IV

 

MONTERO.- AURORA por el fondo.

 

AURORA (Viéndole.)

¡Cielos!

MONTERO (Idem.) ¡Aurora!

AURORA ¡Es un sueño! [40]

MONTERO ¡Es ilusión!

¡Vos aquí, cuando creía 280

en mi loco devaneo

que el alma de mi deseo

quizá por siempre perdía!

¡O tal vez vuelvo a soñar

con la celestial visión 285

que forjará mi ilusión

en mi eterno delirar!

AURORA ¡Montero!...

MONTERO (Con afán.) Sí háblame, Aurora;

hablad, decid que despierto

cuanto estoy mirando es cierto, 290

decidlo por Dios.

AURORA Ahora

nos es preciso guardar.

silencio.

MONTERO ¿Pero me amáis?

AURORA Montero... ¿acaso pensáis

que yo os pudiera olvidar? 295

Vos habéis sido constante

el ensueño delicioso

que me ha consolado hermoso,

MONTERO Gracias, Aurora; este instante

que nos da nuestra ternura 300

con tan hermosos colores,

irá derramando flores

por un mundo de ventura.

AURORA ¿Me amáis?

MONTERO (Con delirio.) Más que al alma mía.

AURORA ¿Me lo juráis?

MONTERO Os lo juro. 305

AGUILAR (Desde la puerta de la derecha, escuchando los dos últimos versos.)

MONTERO ¿Y vos?

AURORA Os lo aseguro,

MONTERO Gracias.

AGUILAR (Muy bien.)

AURORA ¡Qué alegría!

Mas retirémonos ya.

(Dirigiéndose a la mesa y tomando el Álbum.) [41]

Éste es el libro, Montero.

Adiós quedad.

MONTERO Mas primero 310

vuestra mano...

AURORA (Dándosela y marchándose hacia la puerta del fondo.)

Pronto.

MONTERO (Encontrándose al volver con AGUILAR.)

(¡Ah!)

 

 

Escena V

 

MONTERO.- AGUILAR.

 

MONTERO (Si me ha visto...)

AGUILAR (¡Disimula,

Bravo!)

MONTERO (¿Qué es lo que le digo?) 315

¿Aguilar?

AGUILAR ¿Querido amigo?

MONTERO ¿Escribiste?

AGUILAR ¿Quién lo duda?

Ya mi carta concluí,

mas de un modo bien extraño.

MONTERO ¿La razón?

AGUILAR Me ha hecho algún daño 320

 

(Señalando a la derecha.)

 

cierta cosa que allí vi.

MONTERO (Con interés.)

¿Has visto?¿cómo? ¿por dónde?

AGUILAR No te apures, caro amigo;

no reza el lance contigo.

MONTERO ¿Pero qué has visto? responde. 325

AGUILAR Ya mi carta iba a empezar

cuando por frente al balcón,

cual faro de perdición

vi al Vizconde atravesar.

MONTERO (¡Acabaras!)

AGUILAR (¡Eh! ¡qué tal! 330

¡Guarda silencio! ¡Tunante!)

Cuál se alegrará el bergante [42]

cuando se halle sin rival.

MONTERO (Sorprendido.)

¡Qué dices!

AGUILAR Sí, te lo juro.

Tanto ese nuncio ha podido, 335

que al final he desistido

de mi amor, te lo aseguro.

MONTERO Aguilar, ¿tan de repente?

AGUILAR Y esto Montero, ¿te asusta?

MONTERO Es imposible.

AGUILAR (Riendo.) ¡Me gusta! 340

MONTERO No puede ser.

AGUILAR (Con ligereza.) (¡Inocente!)

Me he convencido; el amor

es sólo una tontería,

una atroz monomanía:

el no amar es lo mejor. 345

¡Para qué me he de exponer

por un lance de cariño

a entregarme cual un niño

al amor de una mujer!

No, Montero, me resisto; 350

es mucho mejor no amar,

te prefiero secundar

en tus ideas, desisto.

MONTERO No acierto con tal mudanza,

Aguilar... ¿Te has trastornado? 355

AGUILAR (Con marcada intención.)

Es que estoy desengañado;

he perdido la esperanza.

Comprendí bien tu consejo

y voy a hacer lo que tú;

¡prometo, por Belcebú! 360

desde hoy convertirme un viejo.

Guerra al amor, caro amigo;

nada de amor; nada, nada:

dices bien, es la bobada

más grande: pienso contigo. 365

Feliz tú, que desahuciado

ni amas, ni quieres amar.

(Riendo.)

¡Vaya! ¿quién piensa?... [43]

MONTERO ¡Aguilar!

AGUILAR ¿En estar enamorado?

MONTERO (¡Algo ha visto! Luis, despacio 370

(Cogiéndole la mano.)

háblame... por compasión,

cual sienta tu corazón.

¿Me dices verdad?

AGUILAR (¡Reacio!)

No vale aquí el disimulo.

(Con afectada intención.)

¿Qué te puedo yo negar 375

siendo tu amigo?

MONTERO (Abrazándole.) Aguilar...

te he faltado.

AGUILAR Capitulo.

Mas ya me iba amostazando;

Vaya si fue desvarío.

MONTERO Con que has visto, amigo mío... 380

AGUILAR Todo lo estuve mirando.

Es de veras cariñosa;

sin par amor atesora.

¿Cómo se llama?

MONTERO Es Aurora

de Montemar.

AGUILAR Deliciosa. 385

¿Y dónde la has conocido?

MONTERO Ha sido fuera de aquí;

ha tres meses que la vi...

y la adoro.

AGUILAR (Sacando una carta.)

Bien, querido;

pero chico, ¿has visto? 390

MONTERO ¿Qué?

AGUILAR Ese bicho nos persigue;

verdad es que no consigue...

MONTERO ¿Hablas del Vizconde?

AGUILAR A fe.

Mira ese papel, Montero.

MONTERO (Leyendo con furor.)

¡Quiere a Aurora!

¡Mas paciencia; 395

no le he de tener clemencia. [44]

MONTERO (Alzando la carta.)

¡Habrase igual!

 

(Sale el VIZCONDE por el fondo haciendo muchos saludos.)

 

 

Escena VI

 

Dichos.- EL VIZCONDE.

 

VIZCONDE DE OCTAVIO Caballeros...

AGUILAR (¡He! ¿no digo? El ruin de Roma.)

MONTERO (¡Ira de Dios! ¡es Octavio!)

AGUILAR (Adelante, sella el labio.) 400

MONTERO (¡Por vida!...)

AGUILAR (Verás qué broma.)

 

(MONTERO se sienta en un sillón y enciende un cigarro.)

 

VIZCONDE DE OCTAVIO Sin duda esperáis...

AGUILAR Sí tal,

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿A la linda Marquesita?

¿No salió?

AGUILAR No; tiene cita.

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿Que tiene cita?

AGUILAR Cabal. 405

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Qué está diciendo este hombre!)

¿Decís que tiene Eleonora

una cita y a esta hora?

¡Oh! permitid que me asombre.

Creo que el citado soy yo. 410

AGUILAR ¿Vos? estáis equivocado;

no habéis sido vos citado.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Acalorado.)

¿Cómo que no?

AGUILAR (Riendo.) Pues que no.

VIZCONDE DE OCTAVIO Mirad que me hacéis agravio

y que nunca los consiento. 415

AGUILAR ¿No?¡qué lástima! lo siento.

VIZCONDE DE OCTAVIO Soy el Vizconde de Octavio.

AGUILAR ¡Oh! nada tengo que hablar; [45]

(Mirándole de pies a cabeza.)

sois de alta alcurnia.

VIZCONDE DE OCTAVIO Completa.

¿Vuestro nombre?

AGUILAR El de un poeta 420

a quien llaman Aguilar.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Jesús, tan sólo un poetilla.)

AGUILAR Contemplo el orbe cual mío.

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿Cual vuestro? (¡qué desvarío!)

AGUILAR ¿Esto os causa maravilla? 425

Pues no es mucho a la verdad:

cuando os diga la razón,

lo creeréis de corazón.

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Vaya una barbaridad!)

AGUILAR Soy solo; soy escritor; 430

vivo libre, independiente,

con mi pluma, con mi mente,

con el verso y el amor.

Tiendo sin miedo las alas,

sin que me corten el vuelo, 435

gasto sin ningún recelo;

compro coches, rompo galas,

sigo intrépido mi sino;

soy feliz, y en mi carrera,

aún está por vez primera 440

que me corten mi camino.

Guerra declaro al pedante;

tiendo mi látigo al necio;

para mí no tienen precio

ni el noble, ni el diletante. 445

Guardo consideración;

soy amigo sin igual,

pero si encuentro un rival

me voy recto al corazón.

Me van derramando flores 450

la fortuna y la poesía,

y en mi loca fantasía

no hay recelos ni temores.

Os diré sin ponderar

que sólo tengo un amigo; 455

vedle: es el que está conmigo;

(Señalando a MONTERO.)

se le puede a fe tratar. [46]

Sin igual es su talento,

mas padece como yo.

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿Acaso está enfermo?

AGUILAR No, 460

sino un carácter violento...

conque ya estáis enterado

de quién somos ¿lo sabéis?

VIZCONDE DE OCTAVIO Sí a fe.

AGUILAR Pues no lo olvidéis.

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡A quién no dejan pasmado! 465

¡Si son fieras! ¡qué avestruces!

¿Y a qué vendrán aquí ahora?

aseguro que Eleonora

se quedará haciendo cruces.)

 

 

Escena VII

 

Dichos.- ELEONORA, por la puerta del fondo.

 

ELEONORA ¡Oh! ¡ señores!

AGUILAR La Marquesa. 470

MONTERO He recibido un papel...

ELEONORA Cierto, y os llamaba en él.

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Los llamaba! ¡buena es ésa!)

ELEONORA Debió venir una amiga

conmigo el día a pasar 475

y a quererla yo obsequiar

el molestaros me obliga.

¿Me perdonáis?

MONTERO ¿Quién pregunta

sabiendo ha tiempo, señora,

que la amistad se atesora 480

aquí por vos?

VIZCONDE DE OCTAVIO (Mal barrunta:

¿a que la ama ese bolonio?)

AGUILAR En cuanto a mí, que podría

deciros, señora mía

que no supierais?

VIZCONDE DE OCTAVIO (Demonio.) 485

ELEONORA Vos me dispensáis también,

señor Vizconde? [47]

VIZCONDE DE OCTAVIO Sí tal;

¿a dama tan sin igual

quién no dispensa?

ELEONORA Muy bien.

Extrema galantería; 490

¿quién hoy no me ha de envidiar

cuando me vienen a honrar

la nobleza y la poesía?

AGUILAR (A ELEONORA.)

(Pero unos vienen riendo,

y otros contemplan llorando.) 495

VIZCONDE DE OCTAVIO (¿Qué estarán cuchicheando?)

ELEONORA (¿Qué decís?)

AGUILAR (Que estoy muriendo.

(Dándole una carta.)

Tomad, señora, por Dios.)

MONTERO (Que distraerá al VIZCONDE, impidiendo vea a los otros.)

Es sin duda encantadora.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Haciendo por enterarse.)

Mucho. (La hiel me devora.) 500

MONTERO (¿Qué se dirán estos dos?)

ELEONORA (Os contestaré.)

(Me frío.)

AGUILAR (Gracias, mil gracias, señora;

si comprendierais ahora

cuán dichoso soy...)

(Ya es mío.) 505

De una amiga en el jardín

me estoy haciendo esperar.

¿Me queréis acompañar?

MONTERO Con mil amores.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Por fin

ahora les tiendo mi lazo. 510

¡Uf!... ¡cómo van a rabiar!)

ELEONORA ¿Vamos?

VIZCONDE DE OCTAVIO (Ofreciéndole el brazo.)

¿Queréis aceptar?

AGUILAR (Interponiéndose y ofreciendo el suyo.)

Éste, señora, es mi brazo.

 

(Se van por el fondo ELEONORA, AGUILAR y MONTERO.)

 

VIZCONDE DE OCTAVIO (Después de verlos marchar.) [48]

¡Bravo!.. ¡muy bien! ¡Se alejó:

se ha marchado!... ¡Ingrata, aleve! 515

Esto así quedar no puede.

Voy a que me diga... no.

Esto fuera dar lugar

a un escándalo... ¿Y qué hacer?

¡Qué demonio de mujer! 520

la voy a desesperar.

(Con ridícula afectación.)

Ella me ama... ¿Quién lo duda?

está perdida por mí...

sí, me ama con frenesí,

y quizá por esto eluda... 525

¡Vean ustedes qué tontada!

porque en un lance de honor

a otra declaro mi amor...

pues... una calaverada.

Porque al fin... yo la quería 530

con preferencia. Eleonora,

tú conocerás ahora

lo que soy. ¿Quién lo creería?

Dejarme a mí en su altivez

por un ente anti-social, 535

sin nobleza, sin caudal...

un romancista tal vez.

Pero a bien que no carezco

de un refugio... sí, mi Aurora.

¡Oh! esa sí que atesora 540

cuanto de hermoso apetezco.

Elegante, delicado

lindos ojos, talle airoso,

aire excelso, delicioso,

no hay otra igual ni pintada. 545

Eleonora, bien mirado,

es bella... pero vulgar;

no se puede contemplar

como un ser privilegiado.

Amable, pero orgullosa; 550

rica, pero sin exceso;

a más, carece de seso...

y en cuanto a noble, no es cosa.

¡Bah!... mucha razón será

decidme por Aurora: [49] 560

hago rabiar a Eleonora...

y veremos si me...

 

(Toma el sombrero para marcharse, y al salir se encuentra con AURORA.)

 

¡Ah!...

 

 

Escena VIII

 

EL VIZCONDE.- AURORA.

 

AURORA (Con frialdad.)

¡Vos aquí, señor Vizconde!

VIZCONDE DE OCTAVIO Sí, en verdad; pero no acierto

cómo vos... (¿Estoy despierto?) 565

AURORA Me hallo tan bien. ¿Se os esconde?

VIZCONDE DE OCTAVIO Sí, me extraña...

AURORA Es bien sencillo

el encontrarme aquí ahora;

(Con intención.)

soy amiga de Eleonora.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Vamos, éste es otro ovillo.) 570

AURORA ¿Y vos?

VIZCONDE DE OCTAVIO ¡Pss! también lo soy;

fui por ella convidado...

y feliz, pues os he hallado;

mil gracias al cielo doy.

Sabéis, Aurora, que entera 575

os consagro una pasión

cual nunca mi corazón

por otra mujer sintiera.

AURORA (¡Cómo finge!) Caballero...

ya os dije alguna otra vez 580

que este asunto no es

para partir de ligero.

Se necesita pensar

un paso tan delicado,

pues si se lleva mal dado, 585

nos puede tal vez pesar.

Luego que puede ocurrir

algún otro inconveniente...

 

(MONTERO va a entrar, y al verlos se oculta y escucha.) [50]

 

VIZCONDE DE OCTAVIO Comprendo, muy bien; corriente:

es preciso discutir. 590

Estoy por mí decidido,

y os suplico que digáis,

si en ello no os molestáis,

cuándo podré ser oído.

AURORA Es justo.

VIZCONDE DE OCTAVIO Gracias, Aurora. 595

¿Con que cuándo os podré hablar?

AURORA Os serviréis esperar

aquí, dentro de una hora.

 

(Vase el VIZCONDE por el fondo.)

 

 

Escena IX

 

AURORA.- MONTERO entrando por el fondo con aire sumamente grave.

 

MONTERO Aurora... si permitís...

AURORA ¡Oh! ¿qué tenéis, caballero? 600

MONTERO Necesito hablar.

AURORA Montero...

MONTERO Señorita...

AURORA ¿Qué decís?

MONTERO Que a mi pesar escuché

cuanto habéis dicho al Vizconde:

supongo no se os esconde 605

lo que de ello pensaré.

Y a fe... no me extrañaría,

si en otros labios oyera...

pero en vos... si no lo viera...

juro que no lo creería. 610

Tanto en vos llegué a creer...

señorita, no os asombre,

cual no puede ningún hombre

tener fe en una mujer.

Sí, yo forjé en mi ilusión 615

con el amor de una hora...

para adoraros... Aurora...

Un templo en mi corazón.

Y rebosando ternura, [51]

con vuestra imagen querida, 620

erais, Aurora... mi vida;

erais mi Dios, mi ventura.

¡Tal con vuestro amor me vi,

que del mundo me olvidé;

hasta del cielo dudé... 625

y en vos tan sólo creí!

¡Mas ay! que por nuestro daño

al rendir nuestro albedrío...

se goza el destino impío

en mostrar el desengaño. 630

Y al conquistar el laurel

del amor con viva llama,

inflexible... nos derrama.

amarga gota de hiel.

AURORA Montero... estoy escuchando, 635

y si he de decir verdad,

me tratáis sin caridad.

MONTERO (Con sentimiento.)

Decidme que estoy soñando;

decid que no comprendí

que es visión de mi sentido; 640

decidme que he confundido

cuanto he visto y cuanto oí.

Decid que loco y sin tino

sólo vi en sueño funesto

al hombre que se ha interpuesto 645

en mitad de mi camino.

AURORA Escuchadme, por favor:

cierto que he citado aquí

al Vizconde: es cierto, sí,

pero estáis en un error. 650

Es una farsa, un enredo...

que vos no sabéis...

MONTERO Lo dudo.

AURORA ¿Y quién decíroslo pudo?

MONTERO (Mostrándole la carta que le dio AGUILAR.)

Esta carta... ¿Y bien?

AURORA Concedo.

 

(Pausa.)

 

MONTERO ¿Nada me decís?

AURORA Sí tal; 655

vuestro amor os precipita, [52]

y no veis en esta cita

un engaño capital.

El Vizconde ama a Eleonora.

MONTERO Os ama también a vos. 660

AURORA A amarlo una de las dos,

no fuera por cierto Aurora.

MONTERO (Fuera de sí.)

¿Qué decís?

No sé mentir:

yo mi cariño os fié:

para faltar a mi fe 665

necesitara morir.

Octavio sin compasión

quiso engañar dos amigas,

y del amor las intrigas

exigen reparación. 670

Quiere vengarse Eleonora,

cuenta para ello conmigo:

creed, Montero, cuanto os digo.

MONTERO ¡Oh! sí, sí; comprendo ahora.

AURORA A más de esto, os daré 675

satisfacción más cumplida.

MONTERO (Con alborozo.)

No la exijo por mi vida;

perdonadme si os falté.

Os idolatro, ay de mí,

y sólo anhelo, mi hermosa, 680

que comprendáis cariñosa

mi amoroso frenesí.

Si en mi loco devaneo

duda abrigó el corazón,

demando vuestro perdón. 685

AURORA Bien, escuchad mi deseo.

 

(ELEONORA aparece del brazo de AGUILAR por el fondo. MONTERO les ve.) [53]

 

 

Escena X

 

Dichos.- ELEONORA.- AGUILAR.

 

MONTERO (No es posible.)

AURORA (¿No?)

MONTERO (Señalando a los que entran.)

(¡Mirad!)

ELEONORA (Muy alegre.)

Hola, señores; muy grata

me es esta escena. Se trata...

MONTERO (Algo cortado.)

De poesía.

AURORA (Idem.)

Es la verdad. 690

ELEONORA (Riendo.)

Quizá de un álbum hallado,

o de algún papel perdido.

AURORA (¡Ay, cielos!)

MONTERO (Lo habrán oído.)

ELEONORA Todo, todo lo he escuchado

MONTERO (Viéndole sonreír.)

Aguilar.

ELEONORA No le culpéis: 695

nunca su labio os vendió.

MONTERO ¿Pues cómo fue?

ELEONORA Exigí yo.

Suplico me disculpéis;

pero puesto que lo sé,

y que marchamos de acuerdo, 700

resolvamos.

AGUILAR Es muy cuerdo.

MONTERO Sí, resolvamos.

ELEONORA (Llamando desde la puerta al CRIADO que aparece en el fondo.)

José.

 

(Señala la ventana del fondo.)

 

Asómate a ese balcón,

y observa si entran en casa.

AGUILAR No es esa medida escasa [54] 705

para tal conversación.

MONTERO No comprendo con qué fin...

ELEONORA Desde ese balcón se observa

con cuidadosa reserva

lo que pasa en el jardín. 710

Y como hay quien se pasea

también en observación...

MONTERO Tomáis esa precaución...

ELEONORA Pues...

AURORA ¡Oh!...

ELEONORA ¡Comprendéis la idea!

MONTERO Sí, en verdad.

ELEONORA Pues al asunto. 715

No trataré de negar

que al Vizconde empecé a amar,

mas quedó en amor presunto.

Mientras que amor me juraba

Octavio en su falsedad, 720

a otra graciosa beldad

 

(Señalando a AURORA.)

 

 

su cariño consagraba.

Que era mi amiga ignorando,

e ignorando nuestro celo,

se fue sin ningún recelo 725

en su red aprisionando.

Hoy... ¡qué dicha!... descubrimos

sus tramas una por una,

y por azar de fortuna

su mismo juego seguimos. 730

Y ventajoso en verdad,

pues hallamos en un día

con el cariño a porfía,

ilusión, felicidad.

A un engaño, otro mayor; 735

¿estáis conforme?

MONTERO En todo.

AGUILAR Mas decidnos de qué modo.

ELEONORA ¡Oh! preguntáis lo mejor.

A fe que sois exigente.

CRIADO Se aproximan.

AURORA (Mirando el reloj de la mesa.)

(Sí, es la hora.) 740

ELEONORA El cómo sabréis ahora. [55]

Sentémonos.

MONTERO Bien.

AGUILAR Corriente.

 

 

Escena XI

 

Dichos.- EL VIZCONDE por la puerta del fondo.- ELEONORA y AURORA se sientan en el sofá. Al lado de la primera, en un sillón, AGUILAR: al lado de la segunda, MONTERO.

 

VIZCONDE DE OCTAVIO (En la puerta del fondo.)

(Conciliábulo... reunión...

consulta... perfectamente:

hágome el indiferente.) 745

 

(Baja a la escena.)

 

Señores...

ELEONORA Buena ocasión.

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿De qué se trata?

ELEONORA De amores.

VIZCONDE DE OCTAVIO Que me place, por mi vida.

ELEONORA Jugamos una partida,

y os voy a dar pormenores. 750

Hay, Vizconde, dos galanes

que pretenden...

MONTERO Dos hermosas.

VIZCONDE DE OCTAVIO Cuestiones son...

ELEONORA Espinosas,

pues hay mutación de planes.

VIZCONDE DE OCTAVIO No comprendo.

ELEONORA ¡Oh! sí, sí tal; 755

ya iréis a fe comprendiendo,

cuando me vaya extendiendo

en la cuestión capital.

Es el caso que en la lid

un rival se les presenta. 760

VIZCONDE DE OCTAVIO (Afectando indiferencia.)

¿Un rival?

ELEONORA Pues y hacen cuenta

de vencer al adalid.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Malo; esto reza conmigo. [56]

Esperemos el chubasco.)

¿Y los espera en el chasco 765

frente a frente el enemigo?

MONTERO ¡Oh! juro a fe de Montero,

que en un lance tan legal,

no tuviera yo al rival

por amante y caballero. 770

A dos damas da su amor;

dos rivales le hacen frente;

no ha de ser indiferente...

AGUILAR Al menos, por pundonor...

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿Ama el rival a las dos? 775

ELEONORA Es hombre de travesura;

aun de este modo no apura

su cariño.

AGUILAR Bien por Dios.

Bendigo su valentía,

aunque en las tales jugadas 780

merezca cuatro estocadas.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Bárbaro.)

AGUILAR Por vida mía

no le trataré de vano

teniendo tal corazón:

es capaz en su pasión 785

de amar al género humano.

Es todo un hombre social,

todo un tipo interesante;

sin trabajo hará... ¡Bergante!

el amante universal. 790

Vive Dios, que no se esconde;

capaces son estos seres

de amar a diez mil mujeres.

¿Opináis cual yo, Vizconde?

VIZCONDE DE OCTAVIO Con tal que tantas reúna... 795

pero decidme, Aguilar,

¿no podría él consagrar

su afecto tan sólo a una?

AGUILAR Es muy cierto.

MONTERO Sí, por Dios.

Pero esto bien entendido, 800

en este caso, querido.

le sobra una de las dos.

VIZCONDE DE OCTAVIO Exacto. [57]

MONTERO ¿Os conformáis

con mi dictamen?

VIZCONDE DE OCTAVIO Preciso.

ELEONORA Estáis, Vizconde, conciso. 805

VIZCONDE DE OCTAVIO No sé por qué lo digáis;

me piden mi parecer,

y lo doy cual lo comprendo;

Eleonora... o no lo entiendo...

ELEONORA (Con intención marcada.)

O no queréis entender. 810

VIZCONDE DE OCTAVIO Pues yo creo que mi opinión

con la de todos aduna;

que se conforme con una

y concluye la cuestión.

ELEONORA Es que las interesadas 815

no ignorando lo ocurrido...

VIZCONDE DE OCTAVIO ¿Qué han hecho?

ELEONORA (Recalcándolo.) Lo han despedido.

AGUILAR (Idem.)

Pues, con cajas destempladas,

MONTERO Y hasta en eso bondadosas

aun respirando amargura, 820

son modelo de finura,

son amables, generosas.

ELEONORA Esta es la cuestión, Vizconde.

VIZCONDE DE OCTAVIO (¡Me he lucido! ¡Vaya un lance:

y qué hago en este percance! 825

¡Oh! ¡vengarme de mi agravio!

Las haré desesperar

amando otras veinte y cinco;

porque al fin, en este ahínco

me había yo de rebajar. 830

Y en mi social posición

no me conviene a fe mía

hacer una tontería.)

ELEONORA ¿Qué decís?

VIZCONDE DE OCTAVIO (Con énfasis.)

En conclusión,

que si él no está enamorado 835

debe dar por recibido

ese mujeril olvido.

AURORA Bravo. [58]

AGUILAR Bien.

ELEONORA ¡Oh!

MONTERO Lo ha acertado.

ELEONORA Y que me place.

AURORA Y a mí.

ELEONORA Así decir ya podré 840

quien son las damas.

AGUILAR Sí a fe.

ELEONORA Y los galanes.

MONTERO ¡Oh! sí.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Lo que va a decir presiento.)

ELEONORA (Mirando a AGUILAR.)

Creo que me ama...

AGUILAR (Arrojándose a sus pies y besándola la mano.)

Yo.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Con acento forzado.)

Divino.

ELEONORA (Mirando a MONTERO.)

A Aurora...

MONTERO (Idem.)

Yo.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Como antes.)

Peregrino. 845

¿Y cuándo es el casamiento?

AGUILAR Por mi parte, está pensado;

como es libre mi Eleonora,

os podéis dar desde ahora,

Vizconde, por convidado. 850

VIZCONDE DE OCTAVIO Gracias.

MONTERO Yo más desgraciado,

a Aurora que pedir tengo:

dispensad si me entretengo.

VIZCONDE DE OCTAVIO Gracias.

MONTERO Estáis convidado.

VIZCONDE DE OCTAVIO Recibid...

AGUILAR (A MONTERO.)

(Va echando fuego.) 855

VIZCONDE DE OCTAVIO (Tomando el sombrero.)

Mi enhorabuena.

AGUILAR (Aparte a MONTERO.)

Tunante.

ELEONORA ¿Os marcháis?

VIZCONDE DE OCTAVIO En este instante. [59]

(Saludando.)

Abur.

ELEONORA Vizconde...

MONTERO Hasta luego.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Haciendo saludos.)

Repito mi parabién.

AGUILAR (Idem.)

¡Mil gracias!

ELEONORA Abur, querido. 860

MONTERO Os estoy reconocido.

VIZCONDE DE OCTAVIO (Malditos de Dios, amén.)

 

 

Escena XII

 

Dichos, menos el VIZCONDE.

 

AGUILAR Es un ente singular

el tal vizconde de Octavio.

MONTERO No lo nombre ya tu labio; 865

le debemos olvidar.

ELEONORA ¡Estáis contentos!

AGUILAR ¡Oh! ¡Sí!

En tan dulce devaneo,

cuanto apetece el deseo

hemos encontrado aquí. 870

¿Y vos, Marquesa?

ELEONORA Aguilar,

me amáis?

AGUILAR ¡Oh! más que a mi vida:

¿quién en el mundo, querida,

como yo os pudiera amar?

AURORA (A MONTERO que la mira con delirio.)

¿Qué decís vos, caballero? 875

MONTERO Que no acierto a descifrar

cómo un hombre puede amar

cual yo os amo a vos.

AURORA ¡Montero!

ELEONORA ¡Vaya, con que al fin venció

el numen! ¡es natural! 880

¿entre el mundo y lo ideal

se puede dudar? [60]

AURORA ¡Oh! no.

AURORA Eleonora...

MONTERO (A AURORA.)

Vida mía...

ELEONORA Sin hacernos ilusión;

no guarda comparación 885

la nobleza y la poesía.

AURORA Es cierto ese parangón

pues a pensar con certeza,

la verdadera nobleza

se alberga en el corazón. 890

AGUILAR ¡Oh! ¡felicidad completa!

ELEONORA Quien la dicha quiera hallar...

AGUILAR Decid.

ELEONORA La debe buscar

en el alma de un poeta.

 

FIN.